Jonathan Swift, por Charles Jervas |
Escribe Santi Pérez Isasi, en http://unlibroaldia.blogspot.com/2013/03/jonathan-swift-una-modesta-proposicion.html: «Jonathan Swift (sí, el de Los Viajes de Gulliver) publicó en 1729, anónimamente, Una modesta proposición para prevenir que los niños de los niños de Irlanda sean una carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles al público, más conocida simplemente como Una modesta proposición, y desde entonces está considerada como una de las mejores muestras de sátira moderna.
»En ella, siguiendo los modelos de la sátira clásica como Juvenal o Tertuliano, Swift presenta la difícil situación de las familias irlandesas, y la triste visión de las madres con “tres, cuatro o seis niños, todos en harapos e importunando a cada viajero por una limosna”. Ante esta lamentable situación, Swift propone una original y productiva situación: seleccionar cada año a 100.000 de esos niños mendigos de un año de edad, y utilizarlos como carne para la alimentación de los ricos y los terratenientes. “Un niño llenará dos fuentes en una comida para los amigos; y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero constituirá un plato razonable, y sazonado con un poco de pimienta o de sal después de hervirlo resultará muy bueno hasta el cuarto día, especialmente en invierno.”
»La propuesta es obviamente satírica, pero está presentada con total seriedad, ofreciendo demostraciones de las ventajas económicas que esta medida supondría tanto para los irlandeses como para los ingleses. La ironía, por supuesto, no está exenta de crítica, con un nivel de acidez que hoy resultaría políticamente incorrecta. Por ejemplo, refiriéndose a los terratenientes ingleses, dice Swift: “Concedo que este manjar resultará algo costoso, y será por lo tanto muy apropiado para terratenientes, quienes, como ya han devorado a la mayoría de los padres, parecen acreditar los mejores derechos sobre los hijos.” Y más adelante, en relación con la división religiosa de la isla: “en consecuencia, contando un año después de Cuaresma, los mercados estarán más abarrotados que de costumbre, porque el número de niños papistas es por lo menos de tres a uno en este reino: y entonces esto traerá otra ventaja colateral, al disminuir el número de papistas entre nosotros.”
»Una modesta proposición no pasa de ser un breve panfleto político-literario, pero tiene además la virtud de mostrar de manera oblicua la terrible situación de los campesinos irlandeses y la acción u omisión culpable de los terratenientes ingleses. Leyéndolo es imposible no reírse ante lo absurdo de la propuesta, pero también es imposible no sentir la punzada de la terrible realidad que refleja. En la línea de la mejor sátira política de todos los tiempos...»