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lunes, 7 de agosto de 2023

Gustave de Beaumont, Estados Unidos en 1831: esclavitud, racismo, religión, tribus indias y otros aspectos

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Poco después de la Revolución de Julio, dos jóvenes amigos parten de Francia hacia los Estados Unidos. Ambos son noveles magistrados, y llevan el encargo oficial de estudiar el sistema penitenciario norteamericano, que se considera adelantado en cuanto a la rehabilitación del delincuente. A su regreso publicarán en dos tomos su Du système pénitentiaire aux États-Unis et son application en France, París 1833. Sin embargo Alexis de Tocqueville (1805-1859) y Gustave de Beaumont (1802-1866), los dos viajeros, han tenido unos propósitos mucho más amplios: estudiar una sociedad democrática que no ha requerido de la Convención y la guillotina que caracterizaron la propia de la revolución francesa.

François Furet, en su artículo Toqueville: el descubrimiento de América (1986), lo explica así: «En el origen del viaje americano está pues la separación, operada por Tocqueville, entre la idea de democracia y la idea de revolución: separación que marca su profunda originalidad en la filosofía política liberal de la época, si se piensa por ejemplo que Guizot no llegará jamás a concebirla. La superioridad de Tocqueville es una superioridad de abstracción: consigue disociar el concepto de democracia de su referencia empírica, la Revolución francesa, de manera tal que puede interpretar a través de él una democracia no revolucionaria, América, y una democracia revolucionaria, Francia. El mismo pensamiento que lo libera de la obsesión de la Revolución francesa, característica de toda su generación, le da la idea del viaje a América. Se trata de poder elaborar una teoría de la sociedad democrática con la cual relacionar el caso francés.»

Y ambos jóvenes se apresurarán a comunicar las experiencias que han recabado en Estados Unidos y las conclusiones a las que han llegado. En 1835 Tocqueville publicará el primer tomo de La democracia en América, que resultará ser una obra clave en la evolución del pensamiento político occidental. En ella se referirá así a la obra paralela, aunque con objetivos distintos, de su amigo y compañero de viaje: «En la época en que publiqué la primera edición de esta obra, M. Gustave de Beaumont, mi compañero de viaje por Norteamérica, trabajaba aún en su libro intitulado María, o la esclavitud en los Estados Unidos, que apareció después. El fin principal de M. de Beaumont ha sido poner de relieve y dar a conocer la situación de los negros en medio de la sociedad angloamericana. Su obra arrojará una viva y nueva luz sobre el problema de la esclavitud, de vital importancia para las Repúblicas. No sé si me engaño; pero me parece que el libro de M. de Beaumont, después de haber interesado vivamente a quienes deseen buscar en él emociones y cuadros, debe obtener un éxito más sólido y durable entre los lectores que, ante todo, desean encontrar puntos de vista sinceros y verdades profundas.»

Beaumont le devolverá los elogios en su obra, aunque también subrayará las diferencias: «Mr. de Tocqueville y yo publicamos casi al mismo tiempo, cada uno, un libro sobre asuntos tan diferentes, cuanto pueden serlo el gobierno de un pueblo y sus costumbres. El que lea estas dos obras puede ser que reciba impresiones diferentes sobre la América, y se imagine que no hemos juzgado de un mismo modo el país que hemos recorrido juntos. Ésta, no obstante, no es la causa de la disidencia aparente que se ha de notar; la verdadera razón es ésta: Mr. de Tocqueville ha descrito las instituciones; yo he tratado de bosquejar las costumbres. Ahora, la vida política en los Estados Unidos es más bella y mejor aprovechada que la vida civil: mientras que el hombre encuentra allí pocos goces en el seno de su familia, muy pocos placeres en la sociedad, el ciudadano goza en la esfera política cuantos derechos pudiera apetecer. Examinando la sociedad americana bajo puntos de vista tan diferentes, claro está que no hemos podido, al pintarla, servirnos de los mismos colores.»

El título completo de su obra es María o La esclavitud en los Estados Unidos. Pintura de costumbres en la América del Norte. Y decide darle la forma de novela, pero en la que la ficción se documenta y acompaña con extensos apéndices, en los que analiza, y con frecuencia denuncia, distintos aspectos de la sociedad norteamericana: la condición de los negros esclavos y libres, los variadísimos e influyentes movimientos religiosos, y el estado antiguo y actual de las tribus indias. Y aun añade en múltiples notas breves análisis de otros aspectos: la condición de las mujeres, el ejército, la prensa, la igualdad dominante entre la sociedad blanca… Y concluye con la narración del motín racista que tuvo lugar en Nueva York en 1834. Esta parte ensayística es la que incluimos en esta entrega de Clásicos de Historia.

Finley, Mapa de Estados Unidos, 1827

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