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viernes, 25 de octubre de 2019

Georg Braun y Franz Hogenberg, Civitates orbis terrarum

Joris Hoefnagel

Selección de los grabados  |  CBZ  |
Civitates orbis terrarum,1572  |  PDF  |
De praecipuis, totius universi urbibus, liber secundus, 1575  |  PDF  |
Urbium praecipuarum totius mundi, liber tertius, 1581  |  PDF  |
Urbium praecipuarum totius mundi, liber quartus, 1588  |  PDF  |
Urbium praecipuarum mundi theatrum quintum, 1596  |  PDF  |
Theatri praecipuarum totius mundi urbium liber sextus, 1617  |  PDF  |

Extractamos y traducimos el texto correspondiente del excelente Historic Cities. «El primer volumen de Civitates Orbis Terrarum se publicó en Colonia en 1572. El sexto y último volumen apareció en 1617. Este gran atlas de ciudades, editado por Georg Braun y grabado en gran parte por Franz Hogenberg, llegó a contener 546 panorámicas, vistas de pájaro y mapas de ciudades de todo el mundo. Braun (1541-1622), un clérigo de Colonia, fue el editor principal de la obra, y contó en este proyecto con el apoyo e interés continuo de Abraham Ortelius, cuyo Theatrum Orbis Terrarum de 1570 fue el primer atlas verdadero, una sistemática y completa colección de mapas de estilo uniforme. El Civitates, de hecho, estaba destinado a ser un acompañante del Theatrum, como lo indica la similitud en los títulos y las referencias contemporáneas sobre la naturaleza complementaria de las dos obras. Sin embargo, el Civitates fue diseñado con un enfoque más popular, sin duda porque la novedad de una colección de planos y panorámicas de las ciudades suponía una empresa comercial más arriesgada que un atlas mundial, para el que había un buen número de precedentes exitosos.

»Franz Hogenberg (1535-1590) era hijo de un grabador de Munich que se instaló en Malinas. Grabó la mayoría de las planchas del Theatrum de Ortelius y la mayoría de las del Civitates, y quizás fue el responsable de iniciar el proyecto. Más de un centenar de artistas y cartógrafos diferentes grabaron las placas de cobre de las Civitates a partir de dibujos previos. El más destacado de ellos fue el artista de Amberes Georg (Joris) Hoefnagel (1542-1600), que no sólo contribuyó con la mayor parte del material original para las ciudades españolas e italianas, sino que también reelaboró y modificó el de otros contribuyentes. Tras la muerte de Hoefnagel, su hijo Jakob continuó el trabajo para las Civitates. Se copiaron muchas planos inéditos de ciudades de los Países Bajos de Jacob van Deventer (1505-1575), también conocido como Jacob Roelofszof, al igual que los grabados en madera de Stumpf de la Schweizer Chronik de 1548, y las vistas alemanas de Munster, de las ediciones de 1550 y 1572 de su Cosmographia. Otra fuente importante de mapas fue el cartógrafo danés Heinrich van Rantzau (1526-1599), más conocido bajo su nombre latino Rantzovius, que proporcionó mapas del norte de Europa, especialmente de las ciudades de Dinamarca.

»Braun añadió a los mapas figuras con vestimentas características de la zona. Este recurso ya había sido anticipado en la vista grabada de Nuremberg, obra de Hans Lautensack en 1552, en la que esos grupos de ciudadanos situados en un primer plano, fuera de la ciudad, proporcionan más autenticidad a los detalles topográficos altamente precisos de la que efectivamente era entonces la capital cultural de Alemania. Sin embargo, los motivos de Braun para agregar figuras a las panorámicas fueron más ambiciosos: como indicó en su introducción al libro I, creía, tal vez con optimismo, que sus planos no serían analizados en busca de secretos militares por los turcos, ya que su religión les prohibía mirar representaciones de la forma humana. Las Civitates proporcionaron una visión integral única de la vida urbana a comienzos del siglo XVI. Las estampas, cada una acompañada por el relato impreso de Braun de la historia, la situación y el comercio de la ciudad, forman un completo compendio para los viajeros de sillón. En 1621, en su The Anatomy of Melancholy, el erudito Robert Burton afirmó que examinar esos libros de ciudades, proporcionados por Braun y Hogenberg, no sólo proporcionaría instrucción sino que también elevaría el espíritu.»

Junto con las obras originales, presentamos una selección de unos cuatrocientos grabados, en su mayoría coloreados, en formato cbz. El archivo puede visionarse cómodamente con aplicaciones gratuitas como GonVisor o Mcomix, o simplemente extraer las imágenes.


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