En 1957 un joven José Pacual Buxó reseñaba así en una revista de la Universidad Veracruzana la reedición de la obra que nos ocupa en la clásica colección Austral: «La historia de la Universidad de Salamanca, los hábitos y privilegios de los estudiantes, sus pupilajes, novatadas y travesuras, así como los grados académicos, las reyertas y su misma inclinación picaresca, constituyen el atractivo panorama que despliega este libro multifacético y, en todos los aspectos, curioso del ensayista español José García Mercadal. El autor no se propuso escribir, es evidente, una historia detallada ni erudita de la famosa Universidad Salmantina, sino que prefirió mostrarnos, en una sucesión de abrillantados mosaicos, lo más insigne y divertido del ambiente estudiantil español, como quien traza el trasfondo de una proyectada novela de costumbres. Como tal ha de leerse este libro que lo es también de añoranzas y lamentaciones por grandezas pasadas y perdidas.» Y tras resumir el contenido de la obra concluye: «Estudiantes, sopistas y pícaros, no es, en pureza, ni un libro de historia ni de sociología, aunque tenga mucho de todo ello, y sí es una recreación ágil y sabrida de la que no están exentas ni la pujanza del estilo ni la documentada información.» (La Palabra y el Hombre, abril-junio 1957, nº 2, p. 102-103)
Sí; estamos ante un buen ejemplo de aquello que puede denominarse alta divulgación que, si bien renuncia a agotar las fuentes de forma exhaustiva al modo académico, mantiene su rigor tanto a la hora de seleccionar y presentar la información oportuna, como a la hora de analizarla e interpretarla. Y todo ello sin el corsé de convenciones epistemológicas dominantes en cada época, que, si útiles y oportunas en la labor científica diaria, pueden resultar superfluas en otros muchos casos. De hecho, y muestra de su validez, Estudiantes, sopistas y pícaros es una obra que sigue siendo citada frecuentemente en los estudios que se ocupan de la historia de la universidad renacentista y barroca. Aunque se le hagan críticas, especialmente por su dependencia fundamental de textos literarios de ficción, sigue formando parte de su status quæstionis, del mismo modo que la España vista por los extranjeros del mismo polígrafo aragonés José García Mercadal (1883-1975), que ya hemos comunicado.
Sansón Carrasco, bachiller por Salamanca, según Gustave Doré. |
Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias mil por tu comentario y la suerte de poder descargarlo.
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