En realidad Sánchez Albornoz está espigando la información que recogió el autor de la obra que presentamos, así como sus discípulos y compañeros del arabismo de hace un siglo: «Los grandes maestros Ribera y Asín... —dice el autor de España, un enigma histórico— han dado un impulso decisivo a los estudios arábigos. Debemos al primero monografías de gran valor científico sobre la lengua, la literatura, la enseñanza, la música y las instituciones de la España musulmana. Ha revolucionado el segundo el conocimiento de la filosofía y la mística hispano-árabes. Ambos han descubierto horizontes insospechados sobre las influencias culturales de Al-Ándalus en el Occidente Europeo. Sus discípulos, ya maestros a su vez han continuado su labor por las sendas que ellos abrieron y han abierto otras nuevas, por lo que hace al arte, a la poesía, a la filología, al derecho... de la España islamizada.» Y más adelante: «Cada día va siendo aceptada por mayor número de estudiosos —y si no fuera de paternidad hispánica habría sido ya admitida sin contradicción— la teoría del maestro Ribera sobre el origen hispano-árabe de la música medieval de los trovadores y de los minnesinger. El gran patriarca del arabismo español ha ido marcando los cambios que los andaluces introdujeron en la música oriental —la transformaron de monódica en coral, y trocaron y vivificaron su tonalidad, su ritmo y su armonía— y ha ido señalando sus contactos con la música de aquende y de allende el Pirineo y las sendas por donde pudo llegar la arábigo-hispana hasta Provenza. Otra tesis del mismo Ribera, sobre el origen andaluz de la lírica europea, ha sido reforzada por los estudios de Nykl y ha sido demostrada en los últimos tiempos por un romanista de la talla de Menéndez Pidal.»
viernes, 24 de marzo de 2017
Julián Ribera, Bibliófilos y bibliotecas en la España musulmana
En realidad Sánchez Albornoz está espigando la información que recogió el autor de la obra que presentamos, así como sus discípulos y compañeros del arabismo de hace un siglo: «Los grandes maestros Ribera y Asín... —dice el autor de España, un enigma histórico— han dado un impulso decisivo a los estudios arábigos. Debemos al primero monografías de gran valor científico sobre la lengua, la literatura, la enseñanza, la música y las instituciones de la España musulmana. Ha revolucionado el segundo el conocimiento de la filosofía y la mística hispano-árabes. Ambos han descubierto horizontes insospechados sobre las influencias culturales de Al-Ándalus en el Occidente Europeo. Sus discípulos, ya maestros a su vez han continuado su labor por las sendas que ellos abrieron y han abierto otras nuevas, por lo que hace al arte, a la poesía, a la filología, al derecho... de la España islamizada.» Y más adelante: «Cada día va siendo aceptada por mayor número de estudiosos —y si no fuera de paternidad hispánica habría sido ya admitida sin contradicción— la teoría del maestro Ribera sobre el origen hispano-árabe de la música medieval de los trovadores y de los minnesinger. El gran patriarca del arabismo español ha ido marcando los cambios que los andaluces introdujeron en la música oriental —la transformaron de monódica en coral, y trocaron y vivificaron su tonalidad, su ritmo y su armonía— y ha ido señalando sus contactos con la música de aquende y de allende el Pirineo y las sendas por donde pudo llegar la arábigo-hispana hasta Provenza. Otra tesis del mismo Ribera, sobre el origen andaluz de la lírica europea, ha sido reforzada por los estudios de Nykl y ha sido demostrada en los últimos tiempos por un romanista de la talla de Menéndez Pidal.»
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