La historia en ocasiones parece no tanto repetirse como reiterar situaciones, que luego se resuelven de manera diversa. El rey de Aragón Martín el Humano fallece tras la muerte de sus descendientes directos, hijo y nieto. En sus últimos meses de vida intenta resolver el problema mediante la convocatoria de una junta con representantes de todos los reinos, incluso de Sicilia, «y que esta junta, examinados los derechos de cada pretendiente, teniendo a la vista los testamentos y codicilos de los reyes anteriores, declarara el legitimo heredero.» No llegó a buen término, y sólo durante el consiguiente interregno se resolverá de un modo parejo con el conocido Compromiso de Caspe. Y aunque Jaime de Aragón, conde de Urgel, había estado muy próximo al viejo rey, será preterido, y el nuevo rey será el infante y regente de Castilla, Fernando de Antequera. Tras dudarlo, Don Jaime acaba por prestarle juramento, pero poco después encabeza la rebelión que había venido preparando tiempo atrás. Concita apoyos diversos entre los descontentos de Aragón, Cataluña…, gestiona el apoyo de tropas francesas e inglesas… Pero buena parte de la población y las instituciones mantienen su fidelidad al rey legítimo, también en Cataluña, aunque de allí procedían los dos únicos votos que obtuvo en Caspe. La sublevación finalizará con la toma de Balaguer.
Andrés Giménez Soler (1869-1938), de quien ya comunicamos su excelente La Edad Media en la Corona de Aragón, confeccionó esta breve biografía y la acompañó de un interesante aparato documental que se prolonga en el tiempo hasta el fallecimiento de su protagonista. Como ejemplo veamos la Carta comunicando a los reinos la nueva de la rendición:
«Promens. be creem vos sie manifest com començam entrar per nostres regnes e terres venint a la ciutat de Leyda per reverencia de Deu del qual tots bens procehexen nos havem piadosament vers Jayme durgell no solament perdonantli tots crims e excessos que tro aquella jornada hagues comesos ans entenents aquell proseguir de moltes gracias e favors pero lo dit Jacme oblidant la naturalesa e feeltat per les quals a nos era estret no tement Deu ans exalat de superbia ha assaiat offendre en diverses maneres nostra magestat donant dampnatges infinits per la sua escandalosa superbia a nostres sostmesos e vassalls e rebellant en moltes maneres contra nos. Mas Deu tot poderos que no consent que la verga del peccador longament estigue sobre la sort del just ha aplanada la altesa de la sua superbia. Car venints nos a la ciutat de Balaguer on lo dit Jacme e altres complices seus eren environam e assetiam la dita ciutat ab la nostra benaventurada host carregantlos incessantment ab diverses linatges de invasions no sens gran renom e fama de nostre molt car oncle lo duch de Gandia comtes barons nobles cavallers e altres gentils homens axide nostres regnes e terres com del regne de Castella aci en nostre servey residents. E ara a la perfi nostre senyor Jhesu Crist a suplicacio de la humil verge Maria en los quals es tota nostra sperança e devocio singular no volents la mort dels peccadors obrils via de salud ço es que vuy data de la present lo dit Jacme ensemps ab ses muller mare e germanes e altres es vengut a nos e ab los genolls en terra nos ha demanat misericordia ens ha soplicat li volguessem perdonar. E nos per reverencia de nostre senyor Deu e de la sua molt gloriosa mare havem usat vers ell mes de misericordia que de justicia rigurosa car havemli perdonade les penes de mort de mutilacio de membres e exil perpetual de nostres regnes e terres, semblantment a les dites muller mare e germanes sues e altres de la dita ciutat havem perdonat les dites mort exil e mutilacio e encara detencio de preso de ses persones exceptats los qui entrevingueren en la mort del Arquebisbe de Saragoça. Pero lo dit Jacme havem posat sots guardia e custodia feels. Perque sabents de cert que de aquestes coses haurets plaer aquelles agotx vos manifestam eus trametem lo feel de nostra cambra..... exhibidor de la present. Dada en lo siti de Balaguer sots nostre segell secret a XXXI dias doctubre del any MCCCCXIII. Rex Fernandus.»
Una visión romántica y decimonónica: José Mª Tamburini y Dalmau, El Conde de Urgel en poder del rey Fernando de Antequera. |
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