Comunicamos esta semana un último aporte sobre la agitación que causó el artículo sobre España publicado por Nicolás Masson de Morvilliers (1740-1789) en la Geografía moderna de la Enciclopedia metódica. El orgullo nacional herido (sólo falta el impulso decisivo de las ideas revolucionaria para convertirse en el nacionalismo moderno) es siempre susceptible y, como ya vimos en las Cartas críticas de Denina, provocó la búsqueda de errores, gazapos y falsedades en los restantes artículos de la Geografía moderna, que en puridad era un extenso diccionario de topónimos geográficos en tres tomos divididos en varios volúmenes. Naturalmente, los hallazgos en este sentido fueron interpretados como infundios conscientes y denigratorios, injurias maliciosas a las que sólo podría justificar la ineptitud e ignorancia de sus redactores, y sobre todo del trasparente M. D. M. que firma muchos de los referentes a España.
Así lo comentaba Francisco Lafarga en los Anales de Literatura Española (núm. 2, 1983): «En esta línea se encuentra (...) la Defensa de Barcelona, publicada por Mariano Berlon en el Memorial literario de junio de 1787. Dicha defensa, escrita en forma de carta a los redactores del periódico, es posterior a la publicación de las obras ya citadas de Cavanilles, Denina y Forner, y participa en cierto modo de su indignación y de su deseo de enmendar los yerros y disparates que se hallan en la Encyclopédie méthodique. La Defensa de Barcelona es, pues, mucho más que un alegato contra las inexactitudes y errores observados en el correspondiente artículo de la enciclopedia francesa: el autor arremete en ella contra Masson de Morvilliers, señalándole como el preguntador famoso de “¿Qué se debe a la España?”, poniendo de manifiesto su escasa información sobre Barcelona y los errores que escribe sobre esta ciudad, que no pueden pasar desapercibidos a ninguno de sus habitantes. La crítica tiene un alcance mayor, ya que el autor de la Defensa pone en tela de juicio no sólo la veracidad y buena fe de Masson, sino de toda la Encyclopédie, obra a la que al principio califica de “sublime” y de “depósito de los conocimientos humanos”. Y aún más, lleva el tema hasta las relaciones entre las naciones y los pueblos, insistiendo en el poco aprecio de los franceses por los españoles en el siglo XVIII.»
No he localizado ninguna información sobre Mariano Berlon, por lo que sólo sabemos de él lo que se desprende del texto. Se considera orgullosamente español y catalanohablante: «El tierno amor que profeso a mi nación, dirige mi pluma, y aunque mi idioma es diferente del de la Corte, yo soy español, y en esto constituyo mi dicha.» Y posiblemente es barcelonés, y relacionado (por el interés que manifiesta) con las actividades manufactureras y comerciales tan florecientes en la ciudad. Pone de relieve los errores descriptivos que comete el autor francés, referentes tanto a la propia trama urbana, como a las diferentes instituciones en ella erigidas. Pero guarda su mayor indignación contra lo que parece considerar un despectivo ninguneo de la la capacidad productiva de la ciudad, y la inexplicable aminoración de su población, reducida en la Enciclopedia a 16.000 habitantes, cuando Berlon asegura que rebasa los 110.000. Y para ello multiplica los argumentos demostrativos.
Publicamos el breve artículo original de Masson de Morvilliers, acompañado de una traducción propia, y el texto de Mariano Berlon.
Portada del tomo en el que se publica la Defensa de Barcelona. |
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