Escribe Alexander A. Vasiliev en el primer tomo de su clásica Historia del Imperio Bizantino: «El historiador principal del período de Justiniano fue Procopio de Cesárea, quien en sus escritos nos da un cuadro muy completo de un complejo reinado rico en sucesos. Tras estudiar Derecho, Procopio pasó a ser secretario y consejero del famoso Belisario, con quien participó en las. campañas contra vándalos, godos y persas. Procopio es notable a la vez como historiador y como escritor. Como historiador se hallaba en situación muy favorable respecto a fuentes e informaciones directas. Su intimidad con Belisario le permitía consultar todos los documentos oficiales conservados en despachos y archivos, y, por otra parte, su intervención activa en las campañas militares y el perfecto conocimiento que tenía del país, le dieron ocasión de obtener una documentación del más alto precio, merced a sus observaciones personales y a los testimonios que recogió de boca de sus contemporáneos.
»En estilo y composición, Procopio imita a menudo a los historiadores clásicos, sobre todo a Herodoto y Tucídides. Pero, aunque su lenguaje dependa del antiguo griego de los clásicos historiadores y aun cuando la exposición resulte un tanto artificial, Procopio nos presenta un estilo lúcido, vigoroso, lleno de imágenes. Tres obras se deben a la pluma de Procopio. La más considerable es la Historia en ocho libros, que relata las guerras de Justiniano contra persas, vándalos y godos. El autor muestra en esta obra otros numerosos aspectos del gobierno de Justiniano. Aunque el espíritu general de la obra sea algo laudatorio respecto al emperador, no obstante ofrece repetidas veces la expresión de la amarga verdad. La Historia puede considerarse una historia general de la época de Justiniano.
»La segunda obra de Procopio, Sobre las construcciones es un panegírico ininterrumpido del emperador y fue probablemente escrita por orden de éste. El fin principal del libro es dar una lista y descripción de la multitud de edificios erigidos por Justiniano en las diversas partes de su vasto Imperio. Prescindiendo de las exageraciones retóricas y las alabanzas excesivas, la obra contiene una rica documentación geográfica, topográfica y financiera y es una fuente valiosa para la historia económica y social del Imperio.
»La tercera obra de Procopio, sus Anécdotas o Historia secreta, difiere en absoluto de las otras dos, y constituye un libelo grosero contra el gobierno despótico de Justiniano y de Teodora, su mujer. El autor se propone difamar al emperador, a Teodora, a Belisario y a la esposa de éste, y Justiniano aparece como autor de todos los males que afligieron al Imperio en aquel período. Esta obra presenta tan impresionantes contradicciones con las otras dos, que los críticos empezaron dudando de la autenticidad de la Historia secreta, pues parecía imposible que los tres libros hubiesen sido compuestos por una misma persona. Sólo tras un estudio profundo y comparativo de la Historia secreta y de otras fuentes sobre la época de Justiniano se ha admitido en definitiva que la obra es un escrito auténtico de Procopio. Bien utilizada, la Historia secreta es una fuente importante para la historia interior del Imperio bizantino en el siglo VI. De modo que todos los trabajos de Procopio, a pesar de sus exageraciones sobre las cualidades o vicios de Justiniano, son documentos contemporáneos de la mayor importancia y nos permiten conocer de manera directa e íntima la historia de ese período. Pero esto no es todo. La historia y la antigüedad eslavas hallan en Procopio informes de valor inapreciable sobre la vida y creencias de los eslavos, así como los pueblos germánicos pueden espigar en las obras de ese autor numerosos hechos tocantes a su historia primitiva.»
Gracias!
ResponderEliminaresta muy bien, gracias
ResponderEliminarMuchas gracias.
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