De Julián Ribera (1858-1934) ya hemos comunicado en Clásicos de Historia su Bibliófilos y bibliotecas en la España musulmana, su La enseñanza entre los musulmanes españoles, y sus ediciones de la Historia de los jueces de Córdoba de Al-Jušanī, y de la Historia de la conquista de Al-Ándalus de Ibn al-Qutiyya. Hoy cambiamos de tercio. Los días 19 y 20 de abril de 1900, este ilustre arabista pronunció dos conferencias en la espléndida y no muchos años antes inaugurada Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad de Zaragoza, espléndida obra del arquitecto Ricardo Magdalena que todavía hoy luce en la plaza de Basilio Paraíso (otro interesante personaje de esos mismos años). En dichas conferencias hizo balance de los problemas de la universidad española, en un momento en el que se multiplicaban, tras el Desastre, las exigencias de reformas múltiples en un país y una sociedad a las que se tildaban de dormidas, enfermas, cuando no exánimes. Cabe suponer que sus críticas y propuestas fueran juzgadas como excentricidades de sabio. Y quizás también hoy. Sin embargo, consideramos de interés y actualidad su contenido.
En 1927, con motivo de su jubilación, se le ofreció a nuestro autor la tradicional obra de homenaje, titulada Disertaciones y Opúsculos, en dos volúmenes. La introducción corrió por cuenta de su discípulo Miguel Asín y Palacios (de quien comunicamos en su día La escatología musulmana en la Divina Comedia), y en ella señalaba que «extramuros del arabismo y de la historia buscó, además, terreno en que ejercitar sus dotes de observador de los fenómenos sociales, aspirando a resolver en sí mismo los problemas que estos fenómenos plantean, después de haberlos explicado históricamente. Y también en este estudio positivo Ribera atina a vislumbrar nuevos puntos de vista y soluciones originales en diferentes problemas.» Y un poco más adelante: «Plantea, finalmente, de manera original el problema pedagógico, señalando como la sola orientación útil para resolverlo el estudio de la manera de aprender, mejor que el de la manera de enseñar, punto de vista este último que ha sido la exclusiva preocupación de los pedagogos hasta el presente.» Y podríamos añadir que hasta hoy.
Ilustración de Ever Meulen. |
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