lunes, 1 de agosto de 2022

Aurelio Prudencio Clemente, Psicomaquia o Pelea de las virtudes y los vicios

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En su día comunicamos el memorable Peristephanon o Libro de las Coronas del hispano Prudencio, del que en su Historia de la literatura romana Ernst Bickel destaca sus aptitudes formales y su fecundidad poética: «Con su poema alegórico Psycomachia, “el combate por el alma”, en el que siete parejas de virtudes y vicios se disputan el alma del hombre, produjo Prudencio grandísima impresión. La alegoría tiene entre los griegos su historia (…) Pero la gran irrupción de la alegoría en el mundo de griegos y romanos se produjo merced a la explicación alegórica de los mitos por obra del estoicismo. La predisposición del estoicismo a admitir influjos orientales fue evidente en este punto como en otros de esta filosofía.

»En Prudencio, el arte alegórico da a entender ante todo la vinculación de España con África, en donde la alegoría de origen oriental había encontrado terreno abonado y propicio. En el arte, vivificado por Oriente, de la provincia romana de África había tenido la alegoría, en la época de los Antoninos, su entrada triunfal en la leyenda de Amor y Psyche de Apuleyo. Sobre todo por mediación de Prudencio, el pensamiento alegórico influyó en la Edad Media cristiana. En Prudencio especialmente aprendieron los literatos cristianos de la Edad Media a perderse, con la interpretación plástica y alegórica, en las etéreas lejanías de la fantasía, así como a agotar en pedantesca rigidez los sucesos religiosos y morales de la vida del hombre por medio de comparaciones y personificaciones.»

Como señala Jennifer Solivan Robles en un interesante artículo: «La Psychomachia alcanzó una elevada cuota de popularidad, de hecho, en el siglo V circulaban ya abundantes copias en distintas partes de Europa. A propósito de su difusión, Isidoro Rodríguez afirmaba: “Le estudiaron con afán y le imitaron con celo todas las clases, edades y sexos; los monjes y los obispos, los seglares y las mujeres. Se le leía en las isla Británicas, en Alemania, Bélgica, Suiza, Francia, Italia, España…; por todas las latitudes hallamos sus manuscritos. Se le leía en casa, en las abadías y catedrales, centros oficiales de estudio del Medioevo, y los venerables jerarcas de la Iglesia prodigaban el códice prudenciano a los tiernos efebos…” Gracias a la popularidad que gozaron las obras del autor durante la Edad Media, hoy en día sobreviven en toda Europa más de trescientas copias. La más antigua, del siglo VI, es el manuscrito Lat. 8084 de la Biblioteca Nacional de Francia, y junto con este se conservan una veintena de ejemplares miniados dispersos en diferentes instituciones de dicho continente.»

Y más adelante: «La plasmación de las virtudes y los vicios a principios del siglo XII de los manuscritos iluminados se trasladó a la escultura monumental. El cambio de soporte requirió igualmente modificaciones en el lenguaje icónico, y para que esto fuera posible los escultores románicos simplificaron y sintetizaron el poema en un momento específico de la narrativa: el final del combate y el triunfo de las primeras sobre las segundas (…) Las representaciones escultóricas de la Psychomachia gozaron de gran popularidad en el suroeste de Francia, zona en la que se encuentran los ejemplos más tempranos con fecha de comienzos del siglo XII (…) La mayoría de estas representaciones se insertan en la fachada de iglesias que se encuentran en la ruta de peregrinación a Santiago de Compostela. Dada su monumentalidad, su ubicación no solo en relación con el edificio, sino también geográficamente, cabe suponer que estas gozaron de un público numeroso.»

Presentamos esta capital obra en la dieciochesca traducción romanceada que, dedicada a Godoy, publicó en 1794 Josef Félix Cano, autor asimismo de un Compendio de los modos de oraciones, que se hallan en los autores latinos, para facilitar el uso de la traduccion, y composicion. Y la acompañamos con la reproducción de las miniaturas de principios del siglo X procedentes de dos códices carolingios y deudores de un mismo arquetipo anterior perdido: el excelente 264 de la Burgerbibliothek de Berna (que sin embargo sólo alcanzan hasta el combate entre Humildad y Soberbia), y el 10066-77 de la Bibliothèque Royale de Bruselas.

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