Los acontecimientos actuales nos animan a trastocar una vez más las entregas programadas en Clásicos de Historia. La guerra de Ucrania nos presenta el recurrente escenario de un país con un líder poderoso que quiere dominar/transformar a otro país vecino, ya sea para situarlo en la órbita propia, ya sea para trocearlo y absorberlo en parte. Lógicamente, todo ello por la fuerza de las armas y con los más especiosos pretextos y justificaciones. Son múltiples los paralelos que podríamos establecer, extraer de ese depósito de calamidades que también es la Historia. Hemos escogido la guerra de Independencia española y este breve trabajo del destacado historiador de múltiples intereses Georges Desdevises du Dézert (1854-1942). Corresponsal con Rafael Altamira, una buena parte de su ingente obra la dedicó a temas españoles, lo que le incluye en el selecto grupo de los grandes hispanistas franceses. De hecho se han reeditado en los últimos años su estudio sobre el Príncipe de Viana, y algunos de los tomos de su exhaustiva La España del Antiguo Régimen.
La obra que presentamos se publicó en la Revista Aragonesa en 1908, con ocasión del primer centenario de los sitios de Zaragoza, conmemorados con una Exposición Hispano-Francesa que quería plasmar la reconciliación y la amistad entre los dos antiguos enemigos. En estas circunstancias, Desdevises se interroga sobre Bonaparte: «¿Cómo un genio tan vasto, un espíritu tan maravillosamente lúcido, pudo dejarse arrastrar por una empresa tan insensata?» Y analiza sus planteamientos, sus cambios de intereses, sus errores de cálculo… Y concluye: «Nosotros creemos que el origen de este error procede de la ignorancia extraordinaria que, sobre las cosas de España, todavía se perpetúa en Francia.» Y constata como finalmente, en 1814, «él mismo reconocía la ruina completa de todos sus designios. La vergüenza de esta gran picardía (dice Desdevises en su castizo castellano) empañará siempre la gloria del emperador, y la resistencia opuesta por España a Napoleón servirá siempre de ejemplo a las naciones ávidas de vivir y celosas de su honor.»
Lo que ignoraba entonces nuestro autor es que Francia sufriría pocos años después una invasión y una ocupación semejante, en este caso por parte de los alemanes. Durante la Gran Guerra, Desdevises recogerá sus Récits de guerre, testimonios de los múltiples padecimientos sufridos por la población: documentos, su correspondencia con amigos, colegas y alumnos movilizados, múltiples fotografías que recogen destrucciones y víctimas… Es posible que este afán de recopilar y denunciar la crueldad y la barbarie nos recuerde al del autor de Los desastres de la guerra . Con la mención a uno de sus grabados ha iniciado Desdevises la obra que comunicamos: Goya «representa el águila imperial francesa agitando vanamente sus muñones desplumados y perseguida a pedradas y palos por una muchedumbre rebosando odios y rencores. Una de las alas había quedado en Rusia; la otra en España.»
Muchas gracias.
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